domingo, 24 de diciembre de 2017

Nochemala


Me faltan cosas, 
me sobran ganas. 

Me falta una caricia, 
que me recorra la espalda.

Me falta un poema, 
que sirva de nana.

Me falta un beso, 
que de silencio, 
a este montón de ruido, 
que nunca calla. 

Me faltan agallas
para pedir que me llames
y hagas de este infierno
un sitio menos frío. 

Pero tengo miedo.
Miedo de contagiarte de mi miedo. De mi falta de sueño. Del tono gris con el que veo.
Y por eso callo, por eso me pierdo, por eso no duermo.

Me falta tu voz,
en esta nochemala. 

Porque yo quiero...

Tengo mucho que decir pero me he cosido la boca para no estropear una noche que dice ser buena, aunque hoy no haya buenas noches en mi cama.
No me encuentro el pulso y puede ser por un vacío que me come por dentro.
Y hoy no es suficiente una hoja en blanco para contar lo que siento.
Hoy no me veo capaz de empuñar el bolígrafo porque sé que sólo estoy yo al otro lado y tengo miedo.
Escribo y borro porque no puedo enviar algo que lleve implícito un "quédate", que es imposible,
Y duele.
Y huele a quemado, y suena flamenco, y hay fuegos artificiales. Pero no en mi pecho.
Y cuento lo que me pasa, tal y como danzan mis dedos. Y sigo teniendo miedo.
Pero ese miedo a sentirte pequeña, a seguir atada por un par de cuerdas.
Y cierro los ojos, y parece que duermo. Pero no puedo. Y escucho un móvil, pero es un sueño.
Y me pesan los párpados y me desvelo porque creo que llamas, pero no es cierto.

Tengo tanto que decir pero me he cosido la boca con hilos de silencio, porque no te lo mereces, y lo entiendo.
Porque sería egoísta involucrarte más en mi duelo. Porque no es para ti lo que quiero.
Porque yo quiero guirnaldas de flores para tu pelo.
Porque yo quiero que sueñes despierto, que seas feliz, aunque estés lejos.
Porque yo te quiero, y no quiero hacerte esto.



jueves, 7 de diciembre de 2017

(Des)gracias por este camino.

Tengo una pistola cargada de balas, que son recuerdos superados con los que pienso matar a cada uno de mis demonios.
Tengo una caja llena de cartas que cortan más que el filo de cualquier cuchillo, que hieren hasta el alma.
Tengo un millar de plumas que pretenden atraversarte el pecho y escribirte a fuego la palabra "adiós."
He conseguido abrirle la ventana al miedo.
He conseguido aprender a mirarte sabiendo lo que va a pasar, sin dejarme llevar por la perdición que se esconde en el brillo de tus ojos, reflejo de luna.
He escuchado todo lo que tienes que decirme y tus argumentos me suenan a la cara B de una cinta cansada de sonar.
En la cara A hay una canción que lleva mi nombre.
Es hora de dejarte ir, hora de decir "se acabó." De no pensar en el reloj parado que aguarda al fondo del baúl de los recuerdos.
Basta de pérdidas, comencemos encontrando caminos.
Basta de lágrimas, comencemos dibujando sonrisas de color primavera.
Hoy me cansé.
Me cansé de esperar en tus salientes a que aprendieras a quererme.
Me cansé de llevar la máscara ocultando todos mis sentimientos,
Me cansé de morirme por cada uno de tus versos malditos.
De tener la cuerda atada al cuello cuando quiero ser pájaro libre por el cielo, quiero ser la brisa suave de una mañana de verano, quiero ser TODO lo que era antes de ti,
Hoy es el día de empezar de nuevo.
De dar inicio al comienzo,
Hoy es el día en el que todos y cada uno de los "me y te echo de menos" quedan atrás.
Sin ti. Conmigo caminando en dirección contraria a tus besos.
(Des)gracias por este camino, yo cambiaré de afluente en el río de la vida.
No tengo prisa.