jueves, 22 de febrero de 2018

Tres recuerdos.

No recuerdo cómo fue.
No recuerdo por qué lo sé.
No recuerdo cómo te olvidé.
No recuerdo por qué me alejé.
......

Tengo tres recuerdos
debajo de la manga,
no hay remite en el sobre
ni viento de otoño dentro del buzón.

Encima de mi armario,
hay una caja que lleva tu nombre,
llena de arenas movedizas
que me roban el tiempo
que ya no está.

En mi cama unas sábanas sin olor
recuerdan al invierno del colchón,
y tengo sueños que grapan
las grietas de lava
del volcán que hay en mi pecho.

Cantan pájaros suicidas
en una garganta cualquiera
residente de aquella acera
que jamás fue nuestra.

Huyen las mariposas
de las copas de los árboles
porque hay cazadores
destrozando todo el bosque.

Ojos que no ven,
corazón que se muere.

Dedos que no agarran,
que se esconden cruzados
tras la espalda.

Encías dolidas,
extrañando la anestesia
del besar en las trincheras.

Margaritas deshojadas
por un tiempo en el que el amor era azar y no constancia.

Escenarios vacíos,
sin atrezo ni actores,
con guiones quemados
de dramas
y de comedias.

Noticias que volaron
sin palomas mensajeras,
sino por una triste tinta
detrás de un cristal.

Orquídeas marchitas,
clavadas en el cemento,
y polvo,
y ciudad sin silencio.

Sonrisas que aparecen,
al sacar esos recuerdos,
y lágrimas saladas
cuando lo entiendo