viernes, 14 de octubre de 2016

Dejamos de hablar a versos
para callarnos a besos
porque descubrimos
que, en silencio,
nos iba mejor.

Así terminamos,
confundiendo pasión con amor,
como quien camina sobre el suelo
con los pies sobre el cielo,
aferrándose a la mentira
de que en el infierno
hay demonios buenos.

Porque convertimos en averno
cada colchón que sintió nuestro peso
y ambos sabemos
que de allí siempre salíamos
llenos de arrepentimiento.

Así nos olvidamos,
porque preferimos no recordarnos,
soltarnos las manos
y aplanar el camino de obstáculos.

Lo que te intento decir,
amor del pasado,
es que ya saciamos nuestra sed
y que, como dice el refrán,
"agua que no has de beber,
déjala correr."

domingo, 2 de octubre de 2016

Despedida.

Hoy para mí es un gran día...
Y quiero contaros algo.
Algo que necesito que escuchéis de mis labios y no de otras orillas. Algo que desemboque sólo desde el filo de mis manos. 
Hoy me toca decir adiós, pronunciar un adiós que está clavado en el lado izquierdo de pecho el cual, como bien sabéis, es el que más duele del cuerpo.
Necesito decir adiós porque siento que sino no podré volver a decir hola. Necesito irme para poder regresar. 
Y eso es lo que he hecho durante todo este tiempo que ya ha quedado atrás. 
Necesitaba valor para decir esto.
Necesitaba aprender a despedirme, porque no quiero ningún final triste.
Así que me lleno la boca con las letras de Sabina para decir que "este adiós no maquilla un hasta luego" sino que es un adiós con punto y final. Que esto no es una vuelta de hoja, es un cambio de cuaderno, un volver a empezar.
Hoy es el día de mi despedida. 
He decidido no seguir en esta sala de espera porque el corazón desespera de tanto haber esperado y que haya sido en vano. 
Hoy me he sacado a bailar frente al espejo, me he revuelto el pelo y he sonreído tanto que hasta mis latidos han parecido carcajadas en medio del salón. 
Hoy he decidido empezar a querer por mí, a dejar por mí, a arriesgar por mí, a continuar por mí, a pararme por mí, a cantar por mí, a escribir por mí, a ser por mí. 
Hoy he añadido mitades a las cosas que dejé a medias. Y he descosido las piezas que no consiguieron encajar. He tardado tanto porque necesitaba conseguir salvarme del naufragio después de haberme ahogado, poder salir del pozo después de haber tocado fondo, lograr tocar el cielo después de volar, caer, saltar, caer y volver a volar.
Necesitaba encontrar la manera exacta para salir de esta, poder escribir el destinatario y remitente en la carta de la palabra sobrevivir.
Me di cuenta de que mi verdadera naturaleza estaba refugiada entre el polvo del pasado. Así que busqué entre las ruinas, me camuflé entre el fuego y hoy, como un fénix, resurjo de las cenizas para emprender un nuevo vuelo. 

Estoy dispuesta a quererme hasta vivir en el intento.